Cómo empezar un Ministerio Pastoral |
||||||||
|
|
3. Ministerio Pastoral Cómo empezar un ministerio pastoral por el Reverendo Gilberto Abels La iglesia local es el ministerio fundamental de la fe. Es una institución legal que puede durar muchos años proveyendo la estabilidad para ofrecer un centro de adoración para muchas generaciones y la fuerza económica para sostener muchos ministerios. En la iglesia local se casan y se entierran a los santos. Se celebra el nacimiento de los niños, sus bautismos y pasajes de la vida, generación tras generación. Es un santuario de espiritualidad y a la vez un centro de compañerismo cristiano. La persona que dirije toda esta organización, tanto espiritualmente como económicamente es el pastor. Es un trabajo de mucha responsabilidad y se requiere de un hombre o mujer sabio, que sabe llevarse bien con la gente. Como pastor suple las necesidades espirituales de los congregantes. Como ministro visita a los enfermos y socorre a los sufridos. Como administrador dirije el programa de la iglesia y está siempre informado de su situación económica. Por lo general hay tres maneras de conseguir este trabajo. 1) Graduarse del seminario denominacional y recibir un llamamiento a una iglesia de la misma fe, 2) recibir el llamamiento de una congregación que necesita un pastor, o 3) empezar su propia iglesia. Si usted ha participado en actividades religiosas en su pueblo y eres conocido dentro de la comunidad evangélica, es muy posible que una iglesia, probablemente pequeña, le invite a ser su pastor. Pero, si Dios le está dirigiendo, es tiempo de empezar una iglesia nueva. Es trabajo y puede ser un compromiso de muchos años. Puede que siempre sea un pastor bi-vocacional, y a lo mejor así lo prefiere usted. Sin embargo, le puede ser un reto en sus años maduros. Si es joven quizá desea hacer del ministerio su profesión. Antes que todo. Hay que considerar honestamente si uno califica como persona para empezar una iglesia, o aun para estar en el ministerio. Permítame proponer cuatro pautas para su reflexión. 1) ¿Usted ha sido llamado?: El ministerio es una manera muy difícil de ganar el pan diario, por lo tanto no entre con ese fin. La gente puede poner a prueba su paciencia y ser muy ingrata. Si usted no está seguro de que Dios mismo le ha llamado a este trabajo, va a ser muy difícil perdurar. Recuerde que usted puede servir a Dios en otras formas, con la conciencia limpia, y ser muy efectivo. Esté muy seguro de su llamamiento al ministerio pastoral. 2) ¿Está usted sano emocionalmente?: No es un pecado haber sido lastimado por otros en la vida. Sin embargo hay que enfrentar estas malas experiencias y resolver los conflictos que puede haber en su alma. Un consejero cristiano o psicólogo le puede ayudar. Sin mucha estabilidad emocional le será difícil cargar con el estrés que lleva el ministerio y poder tratar con ecuanimidad las personas en su ministerio. El ministerio no es un lugar para gente difícil, peleonera, mandona, egoísta, que quiere "corregir" a todo mundo en el "nombre de Dios", ni para personas que piensan que siempre tienen la razón porque "Dios les habla." Eso es una forma de locura. 3) ¿Tiene pureza de corazón?: Tiene usted buenas intenciones hacia los demás o guarda en su corazón rencores y venganza. Desea cooperar o siempre quiere ganar. Vive usted con integridad o esconde su verdadera persona. Es usted moral o añora todavía los vicios de la juventud. Realmente desea la santidad. Cuando usted se ve en el espejo en la mañana, le gusta la persona que ve. Si Jesucristo regresara hoy, le pudiera recibir en su casa. Son conceptos simples, pero no podemos engañar a Dios. El conoce nuestro corazón. 4) ¿Está sometido a Dios y a los hombres?: Estamos hablando de la obediencia, primero ante Dios, y después ante las reglas de la sociedad. No es tan difícil "ser bueno", pero sin pensar mucho en ellas, las pequeñas corrupciones de este mundo pueden afectar las decisiones que hacemos y las acciones que tomamos. Tiene su mente renovada en Cristo, con un estándar mas alto de lo que es correcto en la vida. Sobre todo, está usted dispuesto a obedecer a Dios y cambiar las áreas de su vida que él quiere transformadas. Es una cuestión de ética. Ahora consideremos algunos puntos prácticos de como empezar una iglesia nueva. Primero, hay que buscar el núcleo con que empezar. Estas personas pueden ser sus familiares, amigos, personas que desean tener una iglesia nueva en su zona residencial, o simplemente un grupo de creyentes que comparten algo en común y desean formar una iglesia nueva. Prepárese para ganar nuevas almas a Cristo, pero en lo práctico, es de ventaja formar un grupo de creyentes con que empezar. No es necesario al principio incurrir en gastos en la renta de un local. Se puede juntarse en casas y tener estudios bíblicos. Sin embargo, lo más pronto posible es beneficioso tener un lugar fijo en donde reunirse. También de poner un programa completo de cultos y actividades, para que la gente vea a su iglesia como una organización seria con futuro. Se puede empezar una iglesia con estudios bíblicos en hogares, pero es necesario superar la mentalidad de que "somos un grupo pequeño." Las reuniones pequeñas son acogedoras, pero las reuniones formales fomentan el crecimiento. Trate de actuar y de pensar como una iglesia grande lo más rápido posible. Usted como pastor necesita desarrollar un plan para hacer nuevos contactos, de no perder contacto con las personas que visitan la iglesia, y de llegar a los familiares de los congregantes. Mantenga un archivo de nombres y direcciones. Guarde los récords de llamadas que usted recibe y hace, siempre apuntando el número de teléfono y la naturaleza de la conversación. Aprenda a usar el teléfono para ahorrar tiempo y poder ministrar a más gente en su tiempo limitado. Se puede aprender mucho de los vendedores en este aspecto. Tengo un amigo pastor, que fue asignado por su denominación a desarrollar un plan de evangelización para los pastores, para que crecieran las iglesias. El respondió simplemente que cada pastor debería visitar a tres hogares al día. Se rieron de él. Querían un plan más "estructurado." Sin embargo, no se necesita más, ni tampoco menos. Yo vi a ese hombre empezar tres iglesias nuevas y construir para cada congregación un templo, antes de los treinta-cinco años de edad; y no lo vi matándose por mucho trabajo. Ninguno es perfecto, y no todos son grandes oradores, ni músicos, ni tienen gran carisma; pero Dios sabe porque los llamó. La gente puede perdonar muchos defectos en sus pastores, con la excepción de uno, el de no ser sincero. Si la gente ve que no le gusta orar con los enfermos, o ayudar a los necesitados, o preocuparse por la salvación de sus familiares, le van a tachar de no ser sincero.. Si la gente piensa que solo quiere ser pastor para estar allá enfrente dirigiendo, su ministerio está perdido. Acuérdese que usted no puede llevar el ministerio de la iglesia adelante sin la ayuda de los miembros, por lo tanto, sea siempre amistoso con todos, no mandando, sino apelando a las buenas intenciones de la gente, suplicando que ellos también sean sinceros con Dios. No se aparte de Dios, ni de la Biblia, y mucho menos de su familia. Guarde su salud mental recordando que hay vida fuera de la iglesia, y hay que limitarse a veces de servir tanto a la gente. Cuando usted siente que no puede hacer todo en la iglesia, dependa del Espíritu Santo a obrar. Acuérdese que la iglesia es de Dios, y no de nosotros. Que Dios le bendiga en su nuevo ministerio. Usted puede estudiar Ministerio Pastoral y Formación Pastoral gratis en el Seminario Reina Valera por internet. El artículo citado arriba es una seleccion tomada del libro titulado "Anhelando Obispado" escrito por el Rvdo. Gilberto Abels. |
|
||||||