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Cómo tener una clase de
escuela dominical dinámica por Elizabeth Sandoval
Como chicos creciendo
en una familia misionera, tuvimos que "aguantar" muchas
actividades de adultos. Recuerdo en particular unas visitas a unos
misioneros jubilados. Cada vez que nos platicaban mis papas que ya
tocaba la visita con estos ancianos, mi hermana y yo poníamos el
grito en el cielo. En pocas palabras, estos ratos de compañerismo
adulto nos aburrían a punto de làgrimas. Por supuesto, no había de
otra, he ibamos. La plática era de temas adultas, el refrigerio
era higos en albimar (definitivamente no atractivo al paladar
infantil), la temperatura en la casa era como un horno y los
minutos eran eternos. No había NADA que atraía nuestro interés y
nos sentíamos miserables. Como no nos interesaba ni la
conversación ni el compañerismo, tampoco poníamos mucha atenciòn a
lo que estaba pasando. Jugueteabamos entre nosotras y platicabamos
en voz baja hasta que terminabamos regañadas y molestas. ¿Conclusión?
Nunca queríamos volver a visitar a estos finos obreros de Dios.
Sinceramente
se pudo haber rescatado algunos elementos de esta visita. Si la
hermana nos hubiera servido un pastelito con helado o puesto la
televisión, si hubiera platicado con nosotras o dado unos juguetes
para entretenernos, la situación hubiera acabado con niñas mas
interesadas en volverlos a visitar. Con este gancho hubiera
conquistado nuestro interés asi como nuestra atenciòn.
Posiblemente
esta observación es un poco infantil o mercenaria, pero también
honesta. Si en una situación dada, no hay nada atrae el INTERES a
las personas involucradas, entonces se pierde también la ATENCION
de dichas personas. Vamos a usar esta pequeña ilustración para
analizar nuestras clases de Escuela Domincal para ver si la falta
de atención pudiera venir como resultado de "comida" o
conversación aburrida e inadecuada.
Existe
en cualquier clase algo que llamaremos dinámica. Definida
sencillamente, la dinámica es el ambiente palpable dentro del
salón. . La dinámica de una clase de E.D. es afectada directamente
por dos cosas, las circunstancias externas y las internas. Ambas
cosas pueden ser negativas o positivas. Este ambiente o dinámica
tocará la efectividad de mi enseñanza porque tendrá impacto en el
interès y la atención de mis alumnos.
Las circunstancias externas son
aquellas cosas que vienen de afuera de la persona. En el caso de
nuestra visita con los misioneros jubilados era el calor, la
comida, la plática, el aburrimiento y la incomodidad. A veces,
como en el caso nuestro, las circunstancias externas negativas
materialmente matan el interés del alumno por asistir a la E.D. y
ni siquiera han llegado a la iglesia! Las circunstancias externas
que podrían provocar esta falta de interés son salones obscuros,
sucios, desarreglados, frios, calientes, las sillas demasiado
incómodas, y una larga lista de cosas semejantes. A ésto, podemos
agragar material de enseñanza aburrida, métodos inapropiados y
minutos que parecen durar una eternidad. Creo que no es dificil
entender porqué nuestros alumnos no ponen atención.
Lo malo de este cuadro es que la
clase comienza con el pie izquierdo y se deteriora progresivamente
conforme pasa la hora. La corriente automaticamente está en contra
de la atención de mis alumnos. Muy probablemente, tu como maestro
y tus mismos alumnos añoran que toque la famosa campana que señala
el fin de esta tortura. Como maestro te sientes fracazado, y
darías gracias si se cancela la E.D. por un trimestre!
Pero,
las circunstancias externas negativas se pueden remediar.
Recuerdan mi deseo de sustituir pastelito con helado por los higos
en almibar? Si podemos mejorar el contenido de nuestra clase, usar
métodos adecuados para la edad, limpiar o arreglar nuestro salón y
ser creativos podemos contraarrestar la influencia de estas
circunstancias externas.
La otra situación de las
circunstancias internas es mucho mas dificil. Con la expresión
circunstancias internas, nos estamos refiriendo a aquello que
llega a la clase firmemente anclado dentro de cada alumno, o sea,
la actitud. Esto es mas dificil de corregir. No es algo tangible.
Yo no puedo decir, "favor de dejar tu actitud en la puerta" o "hermano,
quiere colocar su actitud en el estante durante la clase" o "Pepé,
mejor juega con tu actitud después de la clase". Ni puedo "atacar"
el problema colectivamente, porque es un problema personal. Hay
tantas circunstancias internas o actitudes como el número de
personas que asisten a mi salòn. En el caso de nuestra visita con
los misioneros, yo llegué con una mala actitud porque me sentía
aburrida y sabía que no iba a ser mejor que la visita anterior.
¿Nunca se ha preguntado cuántos de
sus alumnos llegan a la clase con mala actitud...en cuanto a su
misma persona, en contra de la vida , con sus papas o hijos o
pareja, con la iglesia misma, o el pastor, o la hermana que se
sienta en la tercera banca que no la saludó? O ¿no te ha dado
curiosidad saber cuántos de tu alumnos llegan porque los traen a
la fuerza o porque es hábito o porque no hay otra cosa mas
interesante que hacer, y preferirìan estar en otro lado? Todas
estas circunstancias internas arruinan la dinámica, arruinan el
interés y por supuesto, van a eliminar la atención. Digo "van a"
en tiempo futuro porque nuestros alumnos aún no han pisado el
salón y ya no quieren estar allí.
Si
el propósito de este artículo es buscar soluciones, porque tantos
párrafos negativos?! Porque quiero que sepan que yo he estado alli,
donde estas tu ahorita...batallando con circunstancias externas y
actitudes internas de mis alumnos que me dan ganas de llorar y
tirar la toalla. Tenemos que entender que entramos a nuestra
experiencia docente cada domingo arrastrando estos problemas.
Tenemos que saber que vamos a luchar contra estos obstáculos a la
atención. He descubierto que no importan las horas de preparación,
ni los folderes enteros de ideas y métodos creativos, o los
montones de ayudas visuales, las circunstancias externas e
internas negativas van a hacer contrapeso. El resto de esta
artículo esel resultado de mi busqueda por una solución.
Hablemos
un poco en cuanto a las circunstancias internas, o actitud. Para
que todos estemos hablando de lo mismo, vamos a definir "actitud"
como "mi forma de pensar que afecta mi forma de actuar". La Biblia
nos enseña que el cristiano tiene tres enemigos. Podríamos decir
que nuestra clase de E.D. tiene los mismos enemigos que afectan la
actitud y batallan contra la atención de mis alumnos. Estos son el
mundo, la carne y el diablo.
El mundo apela a nuestras
necesidades. Nos dice "Tu trabajas seis días a la semana y mereces
descansar los domingos". Nos dice "El domingo es el único dia que
puedes visitar a la familia o los amigos y tienes necesidad de una
vida social". También nos dice "Oye, tus hijos ya van a entrar a
la escuela o universidad y no te va a alcanzar el dinero. Tu eres
responsable, asi que aprovecha el domingo para trabajar". ¿Hay
algo de malo en trabajar o descansar o tener una vida social? Por
supuesto que no! Todo esto es necesario para nuestra forma de vida.
Pero, afecta la actitud de los alumnos, los distrae y afecta su
actitud hacia la iglesia.
La carne apela a nuestro ego. Nos
dice "Tu no tienes que escuchar lo que te dicen en la iglesia
porque tu conoces mucho de la Biblia", o "Tu no tienes porqué
permitir que te señalen como pecador", o "Tu tienes mas estudios
que este maestro y no te puede enseñar nada." La carne afecta la
actitud de los alumnos en cuanto a la enseñza y el derecho que
Dios tiene sobre sus vidas.
El diablo...pues, él se aprovecha
de todo y apela a cualquier cosa que nos haga tropezar. Recordemos
lo que dice 1 Pedro 5:8 que el diablo anda viendo a quien hacer
caer, o Efesios 6 que nos enseña que es sumamente poderoso y malo.
Tenemos que tener presente que cuando hay enseñanza espiritual va
a haber también oposición de este enemigo. El primer "tarea" del
diablo es cegar los ojos de la persona para que no recozca su
necesidad de un Salvador. Si él pierde la oportunidad y la persona
se convierte, entonces cambia a Plan B e intenta distraer el nuevo
creyente para que no crezca ni goce su relación con Cristo. Es
triste ver que esto también sucede con creyentes de años.
Veamos
cómo es que el diablo viene a ser un enemigo de los alumnos y la
atención dentro de la clase de E.D. Comencemos con nosotros como
maestros. El diablo se levanta tempranito los domingos para
preparar el ambiente en tu casa. El quiere que tu te sientas
descalificado espiritualmente para poder impartir la enseñanza.
Por lo general se acaba el agua, no se planchó la blusa favorita,
no alcanzó el pan, se escapó el perro, llegó de sorpresa una tía
que vive en Mongolia que sólo viene una vez cada sexenio, y el
diablo sabe que vamos a reaccionar MAL. Los gritos, los regaños,
las frustraciones, todo se multiplica entre las 6 y las 9 los
domingos por la mañana. En camino a la iglesia, te vas sintiendo
araña fumigada porque no pudiste vencer la tentación y tú fuiste
el que le grité a tu hija porque no había planchado su blusa.
Decidiste en ese momento que no eres apto para enseñar y que vas a
presenta tu renuncia. Al enemigo le encanta prepararnos de esta
forma para llegar a la clase. Pero hay otro tipo de preparaciòn
que requiere un poco mas de tiempo. Este comienza por el martes
con una vocecita que dice, "tu no necesitas estudiar esta lección
porque ya te la sabes. Tu eres tan capáz, solo vélo rapidito y
échate la clase asi como te salga" El enemigo es un experto en
hacernos sentir TAN ábiles que nos gana el orgullo. Fíjense como
ya hemos fracasado y todavía vamos en camino a la iglesia. Y
nosotros somos los maduros, los maestros, los que queremos estar
en la clase! Imagínate como serán los preparativos del enemigo en
la vida de los alumnos.
Los niños de cuna, prepárvulos o
parvulitos llegan molestos, cansados, con hambre, llorando,
haciendo berrinche y gritando que quieren a su mamita. La verdad
es que no son ataques del demonio sino cosas naturales de la vida.
Están cansados porque la familia se fue de fiesta el sábado por la
noche y acostaron a las criaturas a la media noche. Por lo mismo
se levantaron tarde y no les dio tiempo de desayunar. Gritan por
la mamá porque la señora está tan afligida por su pequeno tesoro
que no se aparta de la puerta y anda alborotando al niño! La
situación es negativa porque el enemigo usa estas cosas tan
normales para distraer tanto al niño y sus padres como al maestro.
También las usa para desanimar, y el lograr una atención adecuada
es sumamente dificil.
Los principiantes, primarios e
intermedios llegan a la fuerza. Prefieren mil veces estar jugando
el play station o nintendo y las mejores caricaturas son los
domingos por la mañana. Hay un juego de fut en le tele o el
estadio y todo mundo menos ellos están yendo. También llegan
cansados y de malas, aburridos con las cosas espirituales (bostezo
enorme) y listos para fastidiar al que está a su lado. Están un
poco preocupados porque tienen un examen el lunes y se les olvidó
el libro para estudiar. Como quieren ir al cine en la tarde, están
ideando cómo estudiar sin el libro y sin que mamá se de cuenta que
no sabe nada para el examen. Son cosas absolutamente normales,
pero el enemigo los usa para tener a los alumnos en otro planeta,
totalmente distraídos y sin poner atención.
El jovén llega al salón emocionado
para ver si llegó la novia. Si la ve, está felíz. Si no la ve,
mejor no hubiera venido. Otra señorita llega decepcionada porque
no tiene novio y en esta iglesia ni siquiera hay de donde escoger!
En camino, se pelearon con sus papas por lo corto de la blusa o
por los colores que traen en el pelo. Como si fuera poco, ya está
estudiando temas en la escuela o universidad que provocan dudas en
cuanto al cristianismo, y su confianza y creencias se ven minadas.
Están son las cosas que afectan la vida de los jóvenes, pero
Satanás las usa para tenerlos distraídos y sin atención a la
enseñanza.
Por
si piensan que los adultos son demasiado maduros para caer en este
"curso de preparación" para la E.D, fíjense en esto. Tanto hombres
como mujeres batallan con que no traen dinero para la ofrenda y
qué van a decir los demás. Tienen que comer con la suegra y
siempre les da dolor de estómago. Su mamá está enferma y no tienen
para sacarla del hospital. Van a cantar en el culto y vienen
demasiado nerviosos para poner atención. Perdieron el trabajo, se
pelearon en camino a la iglesia, les duele la cabeza y que tal si
es un tumor canceroso. La lista de distracciones disponibles para
que el enemigo escoga el que quiera es larga! Y TODO ESTO OCURRE
ANTES DE QUE COMIENCE LA CLASE! El enemigo te dice, "tu querías
ser maestro de E.D., ¿no? Pues allí tienes unos cuantos candidatos.
A ver como te va!"
Estos tres elementos (el mundo,
la carne y el diablo) son enemigos a la atención de nuestros
alumnos porque afectan ambos de nuestros problemas básicos,
las circunstancias externas y las internas o las actitudes. Y
créanme, todas las ideas creativas del mundo no te van a poder
ayudar a solucionar este tremendo problema si no están
consciente de cuáles son los obstáculos y los tomas en cuenta.
El ignorarlos simplemente magnifica el problema.
Nuestra labor dentro de la E.D. no es una de
entretenimiento. Es una BATALLA ESPIRITUAL. Por lo tanto,
ANTES de buscar ideas creativas, nuestro mayor esfuerzo tiene
que ser en el area espiritual.
¿Cuál es la solución? En primer lugar,
darnos cuenta de la magnitud del problema. En segundo lugar,
darnos cuenta del poder y la misericordia de Dios que es MUCHO
mas grande que el problema o los enemigos.
Cuando tenemos una batalla espiritual,
tenemos que tener respuestas espirituales. La fuenta de estas
respuestas, por supuesto, es la Palabra de Dios. Piensen en
las siguientes observaciones.
1. Dios nos promete VICTORIA. 1 Corintios
15:57 nos dice que "siempre nos da la victoria" por medio de
Jesús.
2. En 1Juan 4:4 leemos "Hijitos, vosotros
sois de Dios y los habéis vencido." Podríamos sustituir la
palabra "maestros" por "hijitos, y una vez mas Dios nos
prometa la victoria. ¿Qué es lo que hemos vencido? Los
enemigos. Y sigue el versículo deciendonos porqué somos
vencedores. "Porque mayor es el que está en vosotros que el
que está en el mundo". Los enemigos del creyente, los enemigos
de la enseñanza en la clase, los enemigos a la atención de los
alumnos pueden INTENTAR hacer inefectiva la labor del Espíritu
Santo, pero no necesariamente van a ganar porque Dios nos ha
prometido la victoria.
Las promesas de Dios son hermosas. Pero
tenemos que tener cuidado de no usarlas como almohadas para
acomodarnos y descansar. Podríamos caer en una actitud tan
descansada que le dejamos todo el trabajo a Dios. Las promesas
de Dios son mas como un instrumento filoso que nos pica para
provocar acción. La idea es que Dios promete, nosotros
trabajamos y Dios da la victoria. Por supuesto que Dios puede
dar la victoria sin nuestra ayuda, pero si estamos en una
posición de liderazgo, mas vale que trabajemos!
3. Efesios 6:11-18 nos da otra enseñanza
sobre lo que está a nuestro alcance como herramientas para
resistir al enemigo.
4. El último recurso que vamos a mencionar
es la oración. Estas cuatro cosas no son las únicas ayudas que
tenemos, y no está en orden de importancia, pero si queremos
tener éxito en nuestra enseñanza, OREMOS! Esta es un arma
poderosa en contra de los enemigos. Al orar, recordemos
primeramente nuestra propia vida espiritual. Pidámosle a Dios
que seamos un instrumento limpio y digno en las manos de Dios.
Oremos también por la lección que vamos a dar. Pidamos ideas
creativas, sabiduría para prepararnos bien y para aplicar la
enseñanza adecuadamente a las necesidades de los alumnos. Al
orar por los alumnos, hagámoslo con detalle. Oremos por cada
alumno por nombre, según su necesidad, por su salvación y por
su crecimiento en las cosas espirituales. Ni siquiera las
circunstancias externas e internas perfectas (que no existen)
podrían ser mas importantes y tener mas impacto en la atención
de los alumnos que la oración. Cualquier cambio que se logra
en la vida de algun alumno es obra del Espíritu de Dios
exclusivamente. El maestro es simplemente el instrumento!
Hemos estado hablando del problema de la
actitud con que llegan los alumnos al salón de E.D. y cómo
podemos lograr su atención a pesar de su actitud. Hablemos un
poco de algunas sugerencias para mejor las circunstancias
externas para lograr mayor atención a la clase.
Hay tres preguntas básicas que todo maestro
debe considerar para lograr una atención efectiva dentro del
salòn. Estas son: ¿A dónde voy? ¿De dónde vienen los alumnos?
¿Cómo podemos llevar a los alumnos de donde están a donde
deben estar?
Consideremos la pregunta ¿A dónde voy? Esto
tiene que ver con lo que queremos lograr, nuestra meta. Si tu
tienes una idea clara de la dirección de tu enseñanza o la
razón por la que enseñas, te felicito. Si no la tienes, piensa
en lo siguiente. Debemos querer "exponer a nuestros alumnos a
la Palabra de Dios de tal forma que cambien su actitud y
comportamiento con la ayuda del Espíritu Santo para que
concuerde exactamente con lo que enseña la Biblia". Esto es lo
que debemos lograr con nuestra enseñanza. Hay una ilustración
muy sencilla que nos puede ayudar a vizualizar este concepto.
Levante su mano con los dedos extendidos. Esta mano representa
la enseñanza absoluta (o sea, la que no puede cambiar) de la
Palabra de Dios. La otra mano representa tu vida. Pon la mano
que representa tu vida empalmada con la que representa la
enseñanza de Dios de tal forma que NO concuerden los dedos. En
otras palabras, las manos no van a concordar exactamente. Esta
posición representa cómo nuestra vida no está de acuerdo con
lo que nos enseña la Biblia. Como la Biblia nunca se va a
ajustar a nuestra vida sino que nosotros nos tenemos que
ajustar a lo que nos dice Dios, la mano que representa la
Palabra de Dios nunca se va a acomodar a la posición de
nuestra otra mano que representa nuestra vida. Asi como mi
vida se tiene que ajustar a la enseñanza bíblica, la mano que
representa nuestra vida se tiene que mover hasta que quede
absolutamente alineada con la otra mano. Ese movimiento de la
segunda mano es nuestra tarea como maestros. Nos toca enseñar
de tal forma que los alumnos entiendan cuáles movimientos
tienen que efectuar para que su vida se alinee totalmente con
lo que Dios nos pide. ¿Tienes este sentido de dirección en tu
enseñanza? Si no, analiza tus motivos, tu entrega y tu meta
para tu enseñanza hasta que tengas un buen sentido de
dirección que concuerdae con la Palabra de Dios.
La pregunta ¿De dónde vienen? tiene que ver
con el alumnado. Nosotros ya sabemos a dónde queremos llegar.
Pero también tenemos que saber en dónde están nuestros alumnos.
Necesitamos entender su actitud, su filosofía de vida, su
condición eterna, y su nivel de crecimiento espiritual. Este
es un paso necesario para saber cómo entregarles la enseñanza
y la aplicación espiritual. Para ayudarnos a saber cómo lograr
esta tarea, usémos tres conceptos: Interés,Necesidades, y
Estìlos de Aprendizaje.
Si queremos que nuestros alumnos pongan
atención a la enseñanza, nosotros como maestros tenemos que
saber cuales son los intereses de nuestros alumnos. Primero,
tenemos que saber qué les interesa a ellos. Esto se logra con
simple observación. Cada edad tiene intereses que los
caracteriza. Esto tiene que ver con las emociones, la lògica,
la quietud, la actividad, el compañerismo con el sexo opuesto
o total desinterés en ello. Fíjate si tus alumnos son
sedentarios, activos, curiosos, argumentativos. Dentro de
estas características generales, también nos conviene
enterarnos de los intereses personales de cada alumno. Al
tener esta información, la podemos usar para que nuestra
enseñanza se alinea con sus intereses y pique su curiosidad
para participar. En segundo lugar, cada maestro debe de
mostrar un interés genuino por aquellas cosas que son de
interés para el alumno. Nuestros alumnos no son tontos. Bien
que saben quien los quiere genuinamente y quien no. Hay varias
formas de demostrar ese interés. El saber cada nombre de cada
alumno es uno de ellas. El recordar las peticiones, los
problemas, las circunstancias (exámenes, citas con doctores,
familiar inconverso, noviazgos, el nuevo gatito) que afectan
la vida de los alumnos es otra manera de demostrar ese interés.
A veces, la simple expresión verbal de cariño o un abrazo
cuando es adecuado es suficiente para demostar interés.
Durante la clase misma, el mirar a los ojos de cada alumno en
vez de leer la lección ayuda a demostar interés y a obligarlos
a mantener su atención en ti como maestro. Si quieres la
atención de tus alumnos, tienes que ganarte su corazón.
Cada ser humano tiene
necesidades. Hay necesidades conocidas ("tengo sueño", "tengo
miedo") y necesidades desconcidas (situaciones mas
profundas en el ser que los síntomas obvios que se ven).
Uno ejemplo aclaratorio de esto último podrían ser el
jóven o la señorita prepotente que siempre toma el control
de la clase o de las conversaciones. Por lo general se
concluye que esta persona es asi como se porta y no se
analiza que realmente su necesidad de aceptación o
aprobación es tan grande y su auto estima es tan pobre que
la actitud de prepotencia es una máscara de protección
personal. El caso podría ser todo lo contario. El jóven
podría ser inexplicablemente indiferente a sus compañeros,
maestro y la enseñanza bíblica, pero este comportamiento
esconde la misma necesidad de aceptación que el jòven
agresivo. Si como maestros sólo vemos la personalidad
agresiva y un poco molesta o la apatía, no vamos a poder
llevar la enseñanza a la verdadera llaga que está
profundamente enterrado en el ser de la persona
atormentada. Interesantemente, a veces los intereses del
alumno no son sus necesidades. Un ejemplo de esto sería el
parvulito que sólo quiere correr pero no entende que su
cuerpecito no resiste estar constantemente agitado y
necesita algo de descanso. El no quiere estar quieto, pero
lo necesita. Es de mucha ayuda dedicar un poco de tiempo a
las características generales de la edad que estamos
enseándo para saber cuales son sus intereses y cuales son
sus necesidades.
En las estos dos pasos anteriores, hemos
aprendido un poco cómo identificar el panorama humano de
nuestro salòn. Pero hay otro factor que nos podría ayudara
encontar su camino personal de aprendizaje, tomarlos de la
mano y llevarlos a major enseñanza espiritual. Esto tiene
que ver con Estilos de Aprendizaje. Se oye mucho de
Estilos de Ensenanza, pero poco de cómo aprende cada
alumno. En un sentido, un el conocer cómo aprenden mis
alumnos me es de mas ayuda de crear mi propio estílo de
enseñanza. Es un area relativamente complicado, pero en
una forma somera podrìamos decir que hay cuatro forma de
recibir y procesar información.
1. Estilo visual. Esta persona tiene que
VER para poder aprender. Le encantan las gráficas, los
mapas, los dibujos, las lineas de tiempo y las ayudas
visuales de cualquier forma. No le gusta simplemente oir
la clase porque no es suficientemente clara para él.
2. Estilo auditivo. Esta persona
prefiere oir la enseñanza. Por lo general voltea los ojos
para no ver al maestro para no distraerse y colocar su
oido mas cerca del sonido de la voz del maestro. Da la
impresión que no está poniendo atención, pero no
necesariamente es el caso.
3. Estilo tactil. Esta persona aprende
por medio de las sensaciones que recogen sus dedos. Todo
lo tiene que tocar. Aunque es cierto que no se puede
acomodar toda la enseñanza a este estilo de aprendizaje,
si hacemos provisión para ello, estas personas pueden
aprender mas efectivamente.
4. Estilo movil. Este estilo de
aprendizaje es el mas frustrante. Hay personas que
simplemente no pueden quedarse quietas. Bien es cierto que
a veces esto se da porque los padres nunca proveyeron de
una disciplina adecuada, y al maestro le toca discernir
entre un estilo de aprendizaje y una persona
indisciplinada.
Como maestros no nos toca "componer" a
las personas que tienen un estilo de aprendizaje diferente
al nuestro! Tenemos que reconocer que Dios los hizo asi, y
tenemos que tomar en consideración este factor. También
tenemos que recordar que no siempre será posible cubrir en
una hora de clase todos los estilos de aprendizaje.
Dificilmente vamos a tener contentos a todos todo el
tiempo, pero si planeamos las lecciones de tal forma que
haya algún acomodamiento para cada estilo en nosotros como
maestros nos toca encontrar a nuestros alumnos donde están
para ayudarles a llegar a donde deben estar. No nos toca
quejarnos porque nuestros alumnos no están donde nosotros
pensamos que deberían estar en el proceso de maduréz
espritual.
Para poder mantener la atención de mis
alumnos, tengo que tomar en cuenta sus intereses, sus
necesidades y sus estilos de aprendizaje.
Ya hemos hablado de nuestra meta como
maestros. También hemos mencionado factores que nos ayuda
a entender de donde vienen nuestros alumnos. Pero ¿cómo
llevo a mis alumnos de PUNTO A (el punto en donde se
encuentran en su maduréz espiritual y su conocimiento
bíblico) a PUNTO B (donde yo quiero que estén, mi meta en
la clase)? Hay varios factores que nos pueden ayudar.
¿QUE DEBO ESTUDIAR?
Para lograr mayor atención en la clase,
tengo que poner mayor atención a mi preparación y la
ejecución de mi contenido en el aula. Para hacer esto,
necesito un buen material de E.D. Si tienes un material
adecuado para tu clase, que bueno. Si no, aqui hay varios
factores que deberías tomar en cuenta.
1. Asegúrate que el material haya sido
escrito específicamente para la edad que tienes. Hay
materiales que son editados con el mismo tema para todas
los departamentos de la E.D. y simplemente adaptados para
las diferentes edades. Dificilmente este material le llega
a las necesidades específicas de cada edad.
2. Asegúrate que el material sea
progresivo en su enseñanza. Cada departamento (parvulitos,
principiantos, primarios, intermedios, jóvenes y adultos)
debería tener un contenido que se adapte a su edad, pero
que progresa de departamento en departamento. Esto implica
que conforme van creciendo, van adquiriendo contenido mas
dificil ycompleto, pero basado en la enseñanza que
recibieron en los departamentos anteriores.
3. Asegúrate que cada lección del manual
tenga un propósito a cumplir y una aplicación adecuada a
la edad.
Una cosa básica que todo maestro tiene
que saber es que el manual de E.D. no es su libro de texto.
El manual o cuaderno del maestro es una herramienta útil
para el estudio y la orientación del maestro antes de
llegar a la clase. El manual de la clase de E.D. a
cualquier edad es la Biblia. El cuaderno se usa en casa y
se queda en casa. A la clase los domingos sólo debes
llevar la Biblia con algunas notas. Durante la clase, la
Biblia es lo que debe de predominar mas que cualquier
cuaderno o ayuda visual.
Con este trasfondo, ahora nos toca
hablar de la mera preparación de la lección. Cuando
empiezas a estudiar tu lección, deberías tomar en cuenta
los siguientes factores.
1. Ten muy claro en tu mente cuál es la
meta que quieres lograr para la lección. Anótalo
sencillamente para tu orientación. Di "Este domingo quiero
lograr.....(llena el espacio con tu meta)." "Al final de
esta clase quiero que mis alumnos puedan responder
de.....forma." "......es la manera en que voy a lograr
esta meta." Si tu como maestro sabes a donde vas, es fácil
dirigir a otras personas en la misma dirección.
2. Al estudiar la lección o historia
bíblica, hazte algunas preguntas. Aqui hay algunas
sugerencias pero puedes agregar otras preguntas a la lista.
1)¿qué concepto estoy tratando de
comunicar?
2)¿es un concepto difícil de entender?
3)¿cómo lo entiendo yo?
4)¿cómo lo puedo explicar en una forma
tan sencilla que un niño de primaria lo podría entender?
5)¿cómo puedo lograr que los alumnos se
interesen en este concepto o historia?
6)¿cómo puedo visualizar la idea?
7)¿cómo puedo explicar el concepto en 3
o 4 diferentes formas para asegurame que todos lo
entiendan?
8)¿Cómo pueden los alumnos usar esta
enseñanza en la vida diaria de lunes a sábado?
3. Una de nuestras tareas como maestros
es NUNCA presuponer que los alumnos están familiarizados
con todos los detalles alrededor de la enseñanza. Tengo
que explicar las palabras difíciles, los conceptos
nebulosos, los símbolos que abundan en la Biblia, el
trasfondo histórico, y quienes son los personajes bíblicos.
Hay vocabulario cristiano que usamos con tanta facilidad
pero no podríamos definirla. Si no sabemos a ciencia
cierta cómo definir una palabra, entonces no conocemos el
significado. Explicar, explicar, explicar. Es mejor pecar
de mucha explicación que dejar un hueco donde alguna
enseñanza pudo haber sido mas completa.
¿COMO DEBO ESTUDIAR?
Para mayor atención, mayor
preparación. A continuación aparece una lista de
sugerencias prácticas para una preparación adecuada de
la clase de E.D.
1. Disciplínate a estudiar
lentamente. Una buena comida requiere tiempo de
preparación y cosción. También lo requiere una buena
lección. No pienses que puedas sacar la clase en 45
minutos el sábado por la tarde.
2. Aprende a usar toda la semana. El
domingo o lunes, haz una evaluación de lo que pasó el
domingo, porqué tuviste éxito o fracaso, qué faltó,
cómo se portaron, que tengo que cambiar. El resto de
la semana la puedes usar para acomodar los cambios a
la luz de la nueva lección.
3. No tengas miedo de ser creativo.
El mundo que nos rodea es indescriptiblemente creativo.
La era en que vivimos es interactivo, a todo color,
brillante y fascinante. No es posible que esperamos
mantener la atención de los alumnos en una clase
aburrida y en "blanco y negro"!
4. Antes de pintar, cortar, crear
ayudas visuales o idear un plan fabuloso, toma el
tiempo para estudiar y aprenderte perfectamente la
historia o lección bíblica. Este es el corazón de tu
clase, no las ayudas visuales.
5. Cualquier idea que valió la pena
pensarla, vale la pensa llevarla acabo. Esto quiere
decir que necesitas calcular suficiente tiempo para
hacer, construir, comprar o acabar la idea. Si la
dejas hasta el final de la semana, muchas veces no da
tiempo de llevarla acabo.
6. Máximeza tu esfuerzo. Cuando
haces o compras alguna ayuda visual, guárdala con
cuidad al regresar a casa y vuélvala a usar. No tiene
caso trabajar extra si ya la hiciste una vez.
7. Mantén un cuaderno de todo lo que
haces en tu clase. Esto puede incluir tus notas de la
lección, tus ideas, las versículos memorizados,
nombres de las visitas y cuando llegaron, fecha de la
clase, quien aceptó a Cristo, alguna petición de
oración. Pensamos que todo lo vamos a recordar. No es
cierto! Ayúdate de esta forma. Al terminar todas las
hojas del cuaderno, usa un marcador para identificarlo
con fecha y contendio. Esto facilita el buscar algún
material en particular cuando lo necesites ademas de
llevar un buen record de lo que vas haciendo en la
clase.
8. PRACTICA. Aún los profesionales
practican. No creo que eres mejor que ellos! En voz
alta, da tu clase una, dos o hasta tres veces durante
la semana. Esto logra varios propósitos. Te vas dando
cuenta de secciones de la clase confusas y tienes
tiempo para cambiar algo. Además logras fluidéz y
familiaridad con el contenido. Esto sirve para que
puedas mantener el control de la atención en tu clase
porque no tienes que leer tus notas.
9. Conforma vas estudiando la
lección, haz una lista de las cosas que aun falta por
hacer. Un mapa, comprar làpices, buscar un versículo,
llamar a fulanito. Al ir logrando estos detalles,
puedes tacharlos de la lista.
10. Mantén un folder de todo lo que
llevas para tu clase en exactamente el orden en que lo
vas a ocupar. De esta manera, no se traspapela nada,
no agarras alguna ayuda visual que no toca alli. Mas
importantemente, no pierdes la atención de tus alumnos.
LA APLICACION
Por último, a nosotros como maestros
nos toca ser ingenieros. Tenemos que construir un
puente entre el material que dimos y la vida del
alumno fuera de la clase. Esto tiene que ver con la
aplicación. Ningun alumno debe de salir de un aula de
E.D. sin una manera clara de como usar ese contenido.
El no aplicar la lecciòn sería como entregarle al
alumno un sartén caliente sin un mango con que
agarrarlo y luego sorprenderte cuando no sabe que
hacer con el sartén. El mango es la aplicación. La
aplicación contesta a la pregunta "¿y qué hago con
ésto?" Filipenses 2:16 nos dice que el creyente puede
pararse firmemente en una generación maligna y
perversa "asido de la Palabra de Dios". La enseñanza
bíblica tiene que afectar la vida, la actitud y el
comportamiento del alumno para alinearlo con lo que
dice Dios.
Hay una verdad básica de la vida que
dice que lo que se invierte está en proporción directa
a lo que cosechasTomando en cuenta la obra del E.S.,
esto también es cierto en la enseñanza espiritual. Si
yo quiero ver resultados en la vida de mis alumnos,
tengo que invertir en ellos. Gálatas 6: 7 dice que no
nos engañemos. Lo que sembramos, vamos a cosechar.
Versículo 9 dice que no nos cansemos en hacer el bien
porque vamos a cosechar. Maestros de E.D., ánimo. Sí
es posible mantener la atención en la clase de E.D. y
sacar todo el provecho posible de la experiencia! Pon
todo tu empeño y vas a ver que Dios te va a dar la
victoria.
Sandoval, Elizabeth, Cómo tener una clase de
escuela dominical dinámica. obrerofiel.com, Usado
con permiso. |
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