Efesios 6 |
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Sermón sobre Efesios 2:11-22 ~ "Un solo y nuevo hombre" ~ por John Abels con todos los derechos reservados. La primera mitad del capítulo dos ha informado sobre la muerte espiritual a la que, tanto judíos como gentiles, estuvieron sujetos antes de conocer a Cristo como Salvador personal. También nos habló de la nueva vida que experimentamos en Cristo. La porción que nos toca hoy da énfasis al hecho de que por medio de la redención, los judíos y los gentiles han sido hechos "un solo y nuevo hombre, haciendo la paz." (V,15) y, en estos días cuando hay tanto prejuicio entre las razas y grupos étnicos, entre los ricos y los pobres, entre los que emplean y los trabajadores, es bueno estudiar esta porción para darnos cuenta que "en Cristo" no hay barreras. Tal vez, la relación de estos dos grupos étnicos - los judíos y los gentiles - en el primer siglo de la era cristiana, sea de poco interés para nosotros en el siglo veinte, pero es necesario entender como estos dos grupos se llevaban en aquel entonces. El historiador, F. F. Bruce, hace la observación de que "ninguna cortina de hierro, barrera racial, distinción de clases, ni frontera nacional de nuestros días es más absoluta de lo que fue la división entre los judíos y los gentiles en la antigüedad." y, el sigue diciendo que la transformación que hizo que ellos llegaran a ser verdaderamente uno en Cristo fue "el triunfo más grande del evangelio en la era apostólica," Efesios 2:11-12 muestra como el gran propósito de unidad comenzó a llevarse acabo en Cristo, La pared de separación y de prejuicio fue derribada cuando el hombre se reconcilió con Dios. Los vv,11-12 hablan del pasado -"en otro tiempo," y los vv13-22 hablan del presente - "pero ahora." La primera porción alude a su condición antes de su conversión, y la última parte se refiere a la porción que tienen en Cristo. Vv, 11,12 "por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne." Estos versos nos dan una descripción vívida del triste estado, y la condición desesperada, del gentil. A la vez, es un cuadro exacto del hombre perdido - el no creyente. Esto es lo que significa ser perdido: (1) "sin Cristo" No hay mejor definición del perdido. Es lo opuesto de estar EN CRISTO. (2) "Alejados de la ciudadanía de Israel." Leamos el verso 12, "En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y alejados a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo." La frase, "alejados de la ciudadanía de Israel," habla de los gentiles. Ellos no tenían una religión específica, tal como Dios les había dado a los israelitas. Los gentiles trataban apropiarse promesas que Dios había dado a Israel. Tampoco el alma perdida tiene derecho de apropiarse lo que es para los Cristianos. El pecador está alejado de la ciudadanía de Dios. La tercera condición del gentil y el hombre perdido es: (3) "ajenos a los pactos de la promesa." Dios había hecho ciertas promesas con la nación de Israel. Estos pactos que Dios hizo con ellos aún son válidos, y ningún gentil tiene el derecho de apropiarselos. Por ejemplo: Dios les ha prometido la tierra, y, algún día, la tendrán completamente, pero conforme a la voluntad de Dios, y conforme sus prepósitos, y no los designios del hombre. Y, el pecador, tampoco puede apropiarse estos pactos, para el creyente, tenemos la promesa de Juan 14:2,3 "En la casa de mi Padre muchas moradas hay: si así fuera, yo os lo hubiera dicho: voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." La cuarta condición es: (4) "sin esperanza" ¿Cuántas desalentadoras palabras, verdad? Sin Cristo no hay esperanza de la gloria ni de su presencia alentadora. La quinta condición es: (5) "Sin Dios en el mundo." Esto no significa que Dios se ha alejado del hombre, sino que el hombre se ha alejado de Dios. El hombre es pecador porque así escogió ser. Anda en las tinieblas del pecado porque no le gusta la luz de Dios. No tener esperanza para el futuro es en si demasiado triste: pero no tener a Dios hace de la vida una tragedia indescriptible. Ahora, con el verso trece, Pablo se vuelve del pasado al presente. "Pero ahora" en contraste "en aquel tiempo." "En Cristo Jesús" contrasta con la palabra "sin Cristo." Las enseñanzas principales de estos versos pueden resumirse en tres declaraciones: (1) En Cristo Jesús, los gentiles y los judíos se han reconciliado unos con otros. Vv, 13-16 "Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en si mismo de los dos uno solo y nueva hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades." (2) En Cristo Jesús., los gentiles y los judíos comparten igualmente los privilegios y las bendiciones del evangelio. Vv.19-22 "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor: en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en Espíritu." En realidad, el contraste en este pasaje está entre el judío y el gentil. El Señor Jesucristo es la paz que ha sido hecha entre ellos. La barrera, la pared, la enemistad que hubo entre los dos grupos, ha sido quitada. Los dos han sido hechos un nuevo hombre. Dice en Romanos, 5:1. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:" Y, ya que tenemos paz con Dios, debemos tener paz con nuestro prójimo. La reconciliación de Dios está completa, El está listo y dispuesto a recibir a cualquiera que venga a El. Por eso el mensaje es: "Reconcíliate con Dios." II Corintios 5:20. Con la reconciliación entras a un nuevo cuerpo, el cuerpo de creyentes que se llama la iglesia. Y no importa si son judíos o gentiles, ricos o pobres, educados o analfabetos, no importa la raza o grupo étnico, somos hechos uno en Cristo. El énfasis siempre está en Cristo y no en la persona o raza. Cuando el judío o gentil o cualquiera otra persona viene a la cruz del calvario, pidiendo perdón de pecado, llega a ser "nueva criatura (o nueva creación) en Cristo" y las cosas o enseñanza, anteriores pasa: La persona, ahora hijo de Dios, Llega a ser el templo del Espíritu Santo. V 18 "porque por medio de él (Cristo) los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu (Espíritu Santo) al Padre (Dios Padre)," En este verso encontramos la TRINIDAD y sobre la base de la cruz, cualquier pecador que se somete al Señor, tiene acceso igual al Padre. ¡Cuán glorioso privilegio para el ser humano! Los vv, 19-22 presentan algunos de los privilegios y las bendiciones del evangelio a "todo aquel que en el cree" no importa la raza o el color que tiene la persona. El énfasis, por supuesto, está en la elevación de los gentiles a una posición de privilegios y bendiciones iguales a los de los judíos. Primero, Pablo les asegura, y la aplicación es para el creyente, que ya no son "extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos," "Santos" es uno de los nombres con que se designa al pueblo de Dios, o sea, todos los creyentes en todo el mundo. En Cristo se han levantado las restricciones nacionales. Y son "miembros de la familia de Dios." Esto habla de la íntima relación que todos debemos mantener con Dios. Somos de la familia de Dios y no debemos traer deshonra a su nombre. V, 20 "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo," Este verso introduce la figura de un edificio. Somos edificios sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Esto es importante. No significa que los apóstoles y los profertas del Nueva Testamento son el fundamento sino que ellos, personalmente, basaron su doctrina sobre las enseñanza de los apóstoles. Hechos 2:42 "Y perseveraran en la doctrina de los apóstoles,..." "Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo," revela que Cristo es la Roca, y Pablo dice claramente en 1 Corintio, 3:11, "porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Pedro lo declara en esta manera en I Pedro 2:6-8 "por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa: Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, púes, los que creéis, él es precioso: pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo: y piedra de tropiezo, y la roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes: a lo cual fueron también destinados." Lo importante aquí es que Pedro dice que Cristo es la principal piedra del ángulo. Por eso, Pedro entendió muy bien las palabras de Cristo cuando dijo (Mateo 16:18) "Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia:" Jesús hablaba de si mismo cuando dijo, "sobre esta roca edificaré mi iglesia." Los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento pusieron el fundamento pero Cristo es la piedra del ángulo. De esa piedra depende la estabilidad de todo el edificio. Como principal piedra del ángulo, Cristo es quien sostiene y mantiene unidos el fundamento y las piedras. El es quien da a la iglesia, este edificio espiritual, su unidad y su fortaleza. En realidad, todas las cosas dependen de él. Dice en el verso 21, "en quién todo el edificio bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor." Pablo nos hace entender la parte que tenemos en esta estructura gloriosa. Antes estábamos sin esperanza y sin Dios: ahora estamos siendo edificados juntamente para producir una morada de Dios - un templo consagrado y unido al Señor. Por medio de la regeneración, llegamos a ser templo santo - el Espíritu Santo entra y mora en cada creyente. V,22 "en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." Dice en 1 Corintios 12:13,"porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo...." Y Pablo añade en Romanos 8:9 "si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." El propósito de la iglesia local y de cada miembro de la iglesia de Cristo es de revelar la presencia y la gloria de Dios aquí en la tierra. Cuando nos reunimos en la iglesia, el no creyente debe ver que Dios está en su santo templo. Cada palabra y cada acción debe ser una demostración que Dios está aquí y que pueden encontrar a Dios e encontrar la paz y tranquilidad. Cuando nuestras familias y vecinos saben que esto es cierto, ellos también vendrán en busca del verdadero Dios. Vivamos, mis hermanos, para no traer reproche a su santo templo. En resumen, el mundo antiguo era un mundo de paredes divisorias. Por todas partes había barreras de costumbres, sospechas, y hostilidades, los judíos despreciaban a los gentiles, y vice-versa. Los romanos sospechaban a los judíos. Los griegos menospreciaban a todos y los que no eran griegos los llamaban bárbaros. Además, por todas partes, estaba la pared del pecado que el hombre mismo había levantado entre él y Dios. Y mis amigos, aún ahora, después de veinte siglos, todavía hay paredes que dividen a los hombres en nuestro mundo. Yo sé que Uds, se dan cuenta de aquellas barreras que se encuentran en la sociedad moderna. Se levanta clase contra clase, nación contra nación, y raza contra raza. Pero tenemos el poder de la cruz,. Las barreras que dividen no tienen que existir. La unidad que Cristo logró entre los judíos y los gentiles demuestra el gran poder del evangelio y se puede apropiar en este siglo también. Con la barrera derrumbada, el pueblo de Dios tiene verdadera comunión. Todos los creyentes son uno en Cristo. Es una gran familia, un solo pueblo redimido, un solo templo espiritual. Cristo te ofrece a ti una parte en esta familia. El dice en Mateo 11:28, "venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." Dice en Apocalipsis 3:20 "Yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a el, cenaré con él, y él conmigo." También en Juan 5:24 tenemos las bellas palabras: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna: y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida." ¿Que será tu respuesta a esta invitación y promesas? Ven a El. |
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