Efesios 3 |
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Sermón sobre Efesios 1:7-14 ~ "En quien tenemos redención" ~ por John Abels con todos los derechos reservados. Estamos estudiando la doxología, un himno majestuoso de la alabanza a Dios, que Pablo escribió a los "santos y fieles en Cristo Jesús que (estaban) en Éfeso". Los versos 3-6 constituyen una descripción de las bendiciones que Dios ha dado a Sus hijos. La mayor parte del estudio de la semana pasada fue acerca de la elección y la predestinación. Dios "Nos escogió en (Cristo)" y nos predestinó "para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo" y "nos hizo aceptos en el Amado". Pero, les dije, "no usen la elección como una almohada para dormir en ella sin haber hecho arreglos personales y verdaderos con Dios, porque pueden resultar perdidos. El hombre goza de libre albedrío y por lo tanto puede escoger en contra o a favor de Cristo Jesús. Ahora, en los versos 7'14, Pablo enumera algunas de las bendiciones divinas que gozamos porque Dios está cumpliendo los versos 3-6. I. Primeramente vemos la bendición de la redención y el perdón de pecados en el verso siete, "en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia". En la eternidad pasada, Dios Padre decretó un plan, y dentro de Sus grandes designios, Dios Hijo vino a este mundo para rescatar a los pecadores y así formar la iglesia por medio de un sacrificio. Este sacrificio fue el mismo Hijo de Dios. Todo el contexto del Antiguo Testamento demuestra la expiación de los pecados por medio de un sacrificio animal. Pero, tal sacrificio no pudo quitar el pecado - solamente Cristo pudo hacer eso. El autor de los Hebreos 10:6-13, "holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dijo: He aquí que vengo, Oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mi. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecho una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados, pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies." Efesios 1:7, "En quien tenemos redención." En quien se refiere al "Amado"(v.6) el cual es Cristo. ¡Nos hizo aceptos en el amado - en Cristo! Una traducción mejor sería, "En quien tenemos (la) redención. El artículo "la" demuestra preeminencia y prioridad en esta bendición. Por eso Cristo vino al mundo. Mateo 20:28, "como el Hijo del Hombre no vino para servir, sino para servir, y para dar su vida en rescate por mucho." Hay tres palabras griegas, el idioma en el cual escribieron el Nuevo Testamento, que se traducen con una sola palabra en español, que es; REDENCIÓN. La palabra griega, AGORAZO, significa comprar en el mercado. Por ejemplo, una mujer sale cada mañana a hacer sus compras para el día. Ella compra vegetales y fruta, paga con dinero en efectivo, y regresa a casa. Ella paga el precio, y claro, las cosas que compró ya le pertenecen. El sentido de la palabra es "comprar y sacar", Esta es la palabra que Pablo usó en 1 Corintios 6:20. "Habéis sido comprados por precio." Otra palabra griega es EXAGORAZO que significa "comprar del mercado para el consumo propio para jamás venderse de nuevo. Esta es la palabra que Pablo usó en Gálatas 3:13, "Cristo nos redimió de la maldición de la ley..." Esto significa que Cristo nos redimió para que jamás fuéramos puesto de venta otra vez. El pagó el precio, y nos ha sacado del mercado para jamás ser revendido. Ahora la ley no tiene efecto sobre nosotros. Pertenecemos a Cristo. La tercera palabra para la redención es APOLUTROSIS, y es lo que Pablo usa aquí en el v.7. Significa "libertad por medio del precio de rescate con el fin de libertar a la persona de la esclavitud." Tiene el mismo significado en Lucas 21:28, "vuestra redención está cerca." ¡Redención es una palabra maravillosa! No solamente significa ir al mercado a comprar; no solamente significa comprar del mercado para el consumo propio para jamás venderlo: sino que significa libertad por medio de rescate. Esta última palabra se aplica al hecho de sacar su esclavo de la esclavitud y liberarle. Esto es lo que vemos en este verso. El hombre - todo ser humano - ha sido vendido bajo el pecado; está en esclavitud. Al observar el mundo, sabemos que esto es cierto. El hombre es un pecador depravado; no puede hacer menos que pecar; es un esclavo al pecado. Pero Cristo vino para liberarle por medio del precio de rescate con el fin de sacarle de la esclavitud del pecado. Esto es lo que Cristo quiso dar a entender cuando dijo, "si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). La redención es "por (medio de) Su sangre" v.1:7. 1 Pedro 1:18,19, "sabiendo que fuisteis rescatados.....no con cosas corruptibles, como oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo." Somos redimidos por su sangre, y la razón por la cual nos salva en esa manera es "sin derramamiento no se hace remisión" (Hebreos 9:22). Este es un principio del Antiguo Testamentos que se aplica a la raza humana - desde Adán hasta el último hombre. Pero ya no somos redimidos por la sangre de animales sino por medio de la sangre preciosa que Cristo derramó en el Calvario. Por eso podemos obtener "el perdón de Pecados." Hay una gran distinción entre el perdón humano y el perdón divino - no son iguales. El perdón humano está basado en el hecho de que alguien merece el castigo pero no se impone la penalidad. Por ejemplo, alguien puede robar o asesinar, y un juez puede perdonar y no ejercer el justo castigo. Así que nadie tiene que pagar la penalidad. Creo que por eso tenemos tantos problemas en el mundo de hoy. Muchos siguen en sus maldades esperando el perdón, o un castigo menos de lo que se requiere. Pero Dios es justo y santo. Por eso el perdón divino requiere que la penalidad sea ejecutada y el precio sea pagado. Más de una vez jueces han dicho, "Pues si Dios perdona, entonces yo también puedo." Pero, antes que Dios perdona, El mismo ha pagado el precio. ¿Está el juez terrenal dispuesto a pagar la penalidad por el transgresor? He aquí la diferencia. Un Dios justo perdona sobre la base de que el juicio ha sido ejecutado. ¿Cuándo fue ejecutado? Cuando Cristo derramó su sangre hace 1900 años. Las buenas nuevas son que la penalidad del pecado ha sido ejecutado. Y mi amigo, el perdón divino depende en la eficacia de la sangre de Cristo. Cristo les dijo a sus discípulos en Lucas 24:46,47, "Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones..." En Colosenses 1:14 Pablo dice algo semejante, "en quién tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados." Cuando Jesús se enfrentó con Pablo en el camino hacia Damasco le dijo que fuese a los gentiles. Hechos 26:18, "para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz....y para que reciban, por la fe que es en mi, perdón de pecados y herencia entre los santificados." Sí, el derramamiento de la sangre de Cristo y Su muerte en la cruz es la base del perdón divino. El perdón es posible porque la penalidad ha sido pagada. Sí, Dios fue al mercado donde nosotros estábamos siendo rendidos a la esclavitud del pecado y nos compró - nos libertó por medio del precio de rescate. Y con este trato establece una relación personal. ¡Eso es lo glorioso de la gracia! Dios nos salva por la gracia, pero no por eso somos deudores; O no, sino que nos compró para darnos la libertad. Quizá preguntas, "Pero, ¿no es el deber nuestro servirle?" Claro que sí, pero sobre la base de una relación nueva y esa relación el es amor. Cristo mismo dijo en Juan 14:15, "Si me amáis, guardad mis mandamientos." Cristo no dijo: "Porque estoy muriendo por ti, guarda mis mandamientos." Dijo, "Si me amas, guarda mis mandamientos." Si Le amas, entonces, El anhela tu servicio. Nosotros debemos responder en amor porque El nos amó a nosotros primero. Este don de la redención es el más importante que se menciona aquí, pero hay otras bendiciones. En los vv. 8-10 nos da la sabiduría y la prudencia. En los vv. 11,12 nos da una herencia santa, y en los vv. 13,14 nos da el don del Espíritu. Tomemos un poco de tiempo en cada uno de ellos con el tiempo que nos queda. II. Sabiduría y Prudencia vv.8-10, "que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra." Con estos dones, Cristo capacita a los creyentes para comprender algo del propósito que Dios tiene para el universo, y se refiere a este propósito como "el misterio de su voluntad (de Dios)." En el Nuevo Testamento la palabra "misterio" tiene un significado especial. Significa una verdad divina que ahora ha sido plenamente manifiesta o conocida en el evangelio. Pablo siempre la usa aplicándola a los planes de Dios. En esta porción (v.9) tiene que ver con el secreto del trato de Dios con el mundo, y el v.10 explica que el misterio, o secreto, es nada menos que la verdad acerca del destino final del universo; "...reunir todas las cosas en Cristo," que significa, literalmente, encabezar o resumir o unir o restaurar todas las cosas en El. Lo que Pablo quiere decir es que algún día el universo de Dios, en el cual el pecado ha traído desorden y confusión, será restaurado a la armonía y unidad bajo el señorío de Jesucristo. "En la dispensación del cumplimiento de los tiempos," sugiere un punto específico en tiempo que completa un largo período anterior y habla de la administración del propósito de Dios. Hablando del nacimiento de Cristo en Gálatas 4:4 la Biblia dice, "Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo," y habrá un tiempo, creo muy pronto, cuando Dios reunirá todas las cosas en Cristo. Entonces recibiremos otra bendición por haber recibido a Cristo como nuestro Salvador. III. Una Herencia Santa, vv.11,12, "En el asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo." Aquí hay otra verdad maravillosa. Nos da una herencia - nos premia por algo que no hemos hecho. Según los designios de Dios, El quiere que los creyentes tengan parte en la herencia de Su hijo, Cristo Jesús. Vamos a heredar las riquezas de la gloria juntamente con Cristo, porque estamos en El. Pablo escribe en Romanos 8:17, "y si hijos, también heredero; herederos de Dios y coherederos con Cristo..." Yo no puedo entender toda esta declaración tremenda, pero que bella es saber que somos de Cristo y Cristo de Dios. Y, Dios en sus grandes designios, así lo determinó. Acuérdense, Dios nunca predestinó a nadie a la perdición; nos predestinó para recibir una herencia. Es algo que no merecemos. Es un regalo de su gracia y amor. Es la voluntad de Dios, ¿Por qué? Porque así lo propuso. Fue "según el designio de su voluntad." Hermanos, Dios nos ha dado la redención - nos ha redimido; nos ha dado la sabiduría para entender el misterio de su voluntad - nos lo ha revelado; y nos premia con una herencia. Nosotros Le pertenecemos a El porque El pagó el precio. Y los planes de Dios serán llevado, ¿Por qué? (V.12) "a fin de que seamos para alabanza de su gloria." IV. Al terminar el estudio de esta mañana, veamos una bendición más que Dios nos da - el don del Espíritu (vv.13,14). Al estudiar la obra del Espíritu Santo nos damos cuenta de que El causa que el pecador oiga la Palabra y crea con el corazón, y El nos hace hijos de Dios, v.13, "En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellados con el Espíritu Santo de la promesa." El Espíritu Santo mismo es el sello, y ese sello significa una transacción cumplida y significa también seguridad en El. II Timoteo 2:19, "El fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos." El hecho que estamos seguros en El no nos da la libertad de vivir en el pecado. Si amamos a Cristo tenemos que apartarnos de iniquidad. Si no tenemos esta evidencia de transformación, entonces no podemos decir que hemos sido redimidos ni sellados. Pero este sello es la garantía de que Dios nos libertará. Vendrá el día cuando el Espíritu Santo nos entregará a Cristo en la gloria. Y mientras tanto, El nos protege. El es "las arras de nuestra herencia." Este es un término legal y comercial que se empleaba con referencia a un depósito, o a un abono, a una cuota inicial. Se emplea aquí en el sentido de una fianza o garantía. Hermanos, significa que la presencia del Espíritu en nuestra vida es la fianza con que Dios garantiza que el cristiano disfrutará de la herencia que le está reservada. El Espíritu Santo es nuestra garantía que Dios cumplirá sus promesas y designios. Y todo esto debe conmovernos a una dedicación renovada a la tarea de cumplir la voluntad de Dios en nuestra vida. Somos "pueblo escogido" de Dios en el mundo. Tan alto privilegio demanda gran lealtad. Vivamos, mis hermanos, como es digno de un hijo de Dios. |
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