Efesios 9 |
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Sermón sobre Efesios 4:7-16 ~ "A cada uno fue dada la gracia" ~ por John Abels con todos los derechos reservados. Algo que siempre amenaza a la unidad en la iglesia es el hecho de que hay diferencias entre sus miembros. Sin embargo, al continuar su epístola a los Efesios, Pablo demuestra que los cristianos no necesitan ser idénticos para trabajar juntos. En la diversidad puede haber unidad; de esta manera, en vez de ser motivo de división, se convierte en un enriquecimiento mutuo. Cristo ha creado esta diversidad para el crecimiento de la iglesia. Esta es una provisión divina para el crecimiento. El ha provisto diversos dones, o capacidades especiales para el servicio. Y, la porción que nos toca hoy nos enseña puntos importantes acerca de estos dones espirituales. A los corintios Pablo dijo: "A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho." 1 Corintios 12:7 Esto significa que estos dones han sido dados con el propósito del cuerpo de Cristo, o sea, la iglesia. El don le es dado al creyente para que funcione para el beneficio de toda la iglesia. Cuando cada miembro funciona así, hay una armonía e unidad; pero cuando un solo miembro sufre, todos los demás también sufren. "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo." En primer lugar, cada cristiano tiene un don de alguna clase, una capacidad para el servicio en alguna parte dentro del cuerpo de Cristo. Sea que otros lo consideren importante o no, Dios sí lo considera importante. En segundo lugar, hay una diversidad grande de estos dones. La gracia salvadora es la misma para todos, pero esta capacidad para el servicio es diferente. La palabra "pero" en este verso nos indica el cambio de énfasis. Mientras que el énfasis de los vv. 1-6 está en la unidad de los creyentes, ahora el pensamiento se vuelve a la diversidad de los individuos que componen el todo. La unidad nace de la misma experiencia espiritual en cuanto a la salvación. La diversidad tiene que ver con las obras que los cristianos llevan a cabo. Vimos este contraste muy claramente en 2:8-10. Somos salvos sin obras, y por medio de la fe. Pero somos hechura de Dios, creados en Cristo para hacer las buenas obras. En tercer lugar, la gracia, o don, especial que cada creyente tiene, le ha sido dado "conforme a la medida del don de Cristo." Este pasaje también podría traducir "en proporción con lo que Cristo ha dado," o "como Cristo lo ha repartido," o "en la medida generosa de Cristo." Y, mis hermanos, es el Señor el quién distribuye estos dones, "conforme a la medida del don de Cristo." La regla no es nuestro mérito ni nuestra capacidad anterior ni el hecho de que pidamos, sino su beneplácito. La inferencia lógica de esta verdad es que cada uno de nosotros debemos estar contentos con nuestro don, y no envidiar a aquellos cuyos dones son más visibles o honorables delante de los hombres. Tampoco debemos menospreciar a los que parecen inferiores al nuestro porque no hay sin mucho mérito delante de Dios. En cuarto lugar, la concesión de estos dones es de acuerdo con una declaración profética acerca del Mesías. Aludiendo al Salmo 68:18, Pablo escribe: (v.8) "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres." Este es un cuadro de un conquistador que lleva a los cautivos en triunfo y cargados de despojos, los cuales comparte entre sus seguidores y súbditos. Pablo ve un significado mesiánico en estas palabras. Pensando en la victoria que se logró en la cruz, el aplica el pasaje a Cristo ascendido. A Cristo se lo representa como a un conquistador enriquecido por sus victorias y que da regalos a su pueblo. Los vv. 9,10 son para explicar el v. 8 y mostrar que el pasaje se refiere a Cristo. "Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió. Es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo." Pablo está diciendo que la ascensión de la persona divina implica un descenso previo de su habitación celestial. Ya que es Cristo él que descendió así, debe haber sido El la persona a quien el salmista se refiere. "A las partes más bajas de la tierra," se le entiende de varias maneras. Algunos intérpretes llegan a la conclusión de que Cristo descendió al infierno, el lugar de castigo eterno. Otros dicen que se refiere al descenso de Cristo al Hades, o sea, el reino de los muertos y el lugar donde los redimidos del Antiguo Testamento fueron después de su muerte. La parte del Hades donde vivían los redimidos se le llamaba el paraíso. Y, al ascender de allí, Cristo trajo consigo todos estos santos de la dispensación del Antiguo Testamento. Esta última interpretación es teológicamente sana y gramaticalmente correcta. Sin embargo, hay otros que creen que habla de la encarnación de Cristo. Cualquiera de las dos últimas interpretaciones ofrece un buen significado, pero de las dos, yo prefiero la primera interpretación. El de Cristo trayendo del paraíso el botín de la guerra sobre el pecado. En victoria El se resucitó y trajo con él los santos del Antiguo Testamento y los llevó a la gloria consigo. A la vez dio dones a sus seguidores aquí en la tierra para que sirvieran en la iglesia en diversas maneras. V.11 "Y el mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros." El asunto no es que algunos recibieron el don del apostolado, otros el de profecía, etc., más bien, las personas así dotadas y capacitadas son ellas mismas los dones del Cristo ascendido a la iglesia. Podemos decir que los que llenan el oficio, igual que el oficio mismo, son dones dados a la iglesia. Los "apóstoles" en el uso más estricto de la palabra fueron los que vieron a Cristo, fueron testigos de su resurrección, y fueron comisionados por El para predicar. Por eso Pablo declaró en Gálatas 1:1, "Pablo, apóstol...por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos." Este oficio, por su naturaleza, ya ha desaparecido de la iglesia. Pero, por medio de ellos, cuando todavía no existía el Nuevo Testamento, Dios proveyó dirección a la iglesia. "A otros profetas." Estos son profetas neotestamentarios. Ellos cumplieron la función de predicar. Hablaron bajo la inspiración inmediata del Espíritu Santo. Eran como peregrinos que viajaban por toda la iglesia. Ellos actuaban y hablaban bajo inspiración divina extraordinaria, e igual a los apóstoles, proveyeron guía y dirección al pueblo de Dios antes que fuera escrito el Nuevo Testamento. Creo que estos dos oficios - apóstol y profeta - fueron retirados cuando la revelación de Dios se completó con el Nuevo Testamento, pero en vista de que para cada nueva generación se necesita evangelistas, pastores-maestros, estos dos siguen en la iglesia. Podemos considerar a los evangelistas como misioneros a los incrédulos, como predicadores que van de iglesia en iglesia predicando el mensaje de la salvación. El último oficio mencionado aquí es el del pastor-maestro. Es un oficio con una función doble. Las dos funciones coinciden y se combinan en una persona. La persona que ocupa este oficio debe pastorear el rebaño de Dios e instruirlo en la sana doctrina. El propósito del pastor-maestro es de edificar a los miembros, de ayudarles a crecer de tal manera que ellos pueden llevar acabo la obra del ministerio. Sí, mis hermanos, la obra principal del pastor-maestro es de enseñar la Palabra de Dios a sus miembros para que ellos hagan el ministerio: por ejemplo, la mayor parte de la visitación, etc. Dice en el v.12, "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo." Se traduce este verso mejor al decir: "con el propósito de equipar completamente a los santos para el trabajo de servicio, y esto para la edificación del cuerpo de Cristo." La idea es que "el trabajo de servicio" sea hecho por los santos. La tarea de los apóstoles, y de los profetas, y de los evangelistas, y de los pastores-maestros es equipar al creyente para este servicio. Por eso Dios le ha dado a cada uno de sus hijos un don de gracia, una capacidad para el servicio, (v.7) "a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo." Se les han dado lugares de liderazgo en la iglesia porque son los medios provistos para perfecciona a los demás santos. En los vv. 13-16 Pablo explica lo que es la meta final del crecimiento; es el logro de madurez espiritual de todos los creyentes. V.13 "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo." Pablo contempla la unidad de la fe en el Hijo de Dios y la unidad del conocimiento acerca de El. El quiere que el cristiano llegue a la condición de un varón maduro - osea - al estado adulto en el sentido espiritual. "De la plenitud de Cristo." Debemos alcanzar la estatura espiritual, a la completa conformidad con Cristo. Esta es la norma de un cristiano. En los vv. 14-16 encontramos ciertas cualidades que caracterizan a los cristianos que han sobrepasado la etapa de la niñez espiritual. "Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por dondequiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre si por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor." Veamos las señales de madurez que Pablo menciona aquí. Un rasgo notable del cristiano maduro es la estabilidad doctrinal. Cuando llegamos a la medida de la estatura plena de Cristo, ya no somos "niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina." La palabra "niño" está en contraste con el "varón perfecto." Ser "llevado por doquiera de todo viento de doctrina" es ser arrastrado por cualquier corriente religioso o cualquier enseñanza falsa. En otra de sus cartas Pablo les amonestó a los cristianos en Colosenses 2:8, "Mirar que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres..." Las personas que carecen de estabilidad espiritual se engañan fácilmente por los propagandistas de novedades y de herejías religiosas. "Las artimañas del error" son los engaños que estos falsos profetas usan para atraer a las masas. "Emplear con astucia las artimañas del error," significa "ingenio para inventar el error." Pero el creyente maduro tiene estabilidad en sus creencias. Otra característica del cristiano maduro es el amor. Sin el amor, aún la sana doctrina puede ser fría y sin vida. El pensamiento de este verso es que la sana enseñanza debe sostenerse con amor. Según la enseñanza de 1 Corintios 13, sin el amor nada somos. Otro rasgo del cristiano maduro, que se menciona aquí, es que ha sometido su ser para la causa de Cristo. El trata de cumplir su don, o sea, su función dentro del cuerpo de Cristo así apoyando, y ayudando en el crecimiento general. Podemos decir que el crecimiento de la iglesia está en proporción con la actividad o las obras de cada creyente. V.12, "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo." En resumen de la primera parte de este capítulo, las señales mayores de crecimiento y madurez espiritual que se han mencionado son: las señal de la humildad y mansedumbre, de tener paciencia y de saber soportarse mutuamente, de unidad y de aceptación mutua, de ministerio y de servicio, de estabilidad y fortaleza, de verdad y de amor. ¿Son estas características una parte íntegra de tu vida? Pedro dijo, "Creced en la gracia y el conocimiento del Señor." 2 Pedro 3:18 No puede haber un crecimiento sin primero el nuevo nacimiento, pero después de recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, es cosa natural ver el crecimiento a un estado de madurez espiritual. |
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